Nuestras premisas
En nuestra tarea de educar y acompañar el crecimiento de los niños, nos mueven premisas fundamentales que forman parte del espíritu del Jardín en cuanto proyecto educativo y nos motivan día a día como equipo de trabajo:
Prioridad a las áreas expresivas
Trabajamos estimulando y habilitando las diferentes formas de expresión que tiene el niño para comunicar su mundo interior: a través de la plástica, el dibujo, la canción, la construcción, el baile o la simple expresión de su cuerpo, el niño se expresa e interactúa con su entorno. Las propuestas son pensada y adaptadas a cada nivel, teniendo en cuenta la edad y nivel madurativo de los niños.
Arroz con Leche busca ser un ambiente propulsor de diferentes actividades de expresión brindando los estímulos materiales necesarios para que los niños adquieran seguridad en sí mismos y creen libremente en un clima propicio y de respeto por sus tiempos y producciones.
Conocimiento de sí mismo y autonomía
Nos proponemos que los niños adquieran el conocimiento vivencial de su cuerpo y del medio a través de los sentidos, respetando y cuidando su propio cuerpo y el de los demás y hábitos de organización y convivencia grupal por medio de actitudes de cooperación, solidaridad, confianza en sí mismos.
Potenciar sus ganas de conocer
Estimulamos adaptación y permanencia de los niños en el Jardín reconociendo sus intereses como vía para el aprendizaje y para apropiarse de su mundo, habilitando por sobre todas las cosas su “ser niño”.
La afectividad como parte del aprendizaje
El niño aprende en la medida que interactúa con su medio físico y social, por ello como educadores nuestro rol es ser propiciadores y guías en esta dinámica de comunicación e interacción, motivándolos en sus ganas de conocer y descubrir. Trabajamos con la convicción de que la afectividad es una parte fundamental en el aprendizaje para lo cual es preciso un ambiente de confianza y protección que brinde seguridad y contención.
Valor insustituible del juego
A través del juego el niño disfruta y va aprendiendo a conocerse a sí mismo, adquiriendo una identidad social desde la cual puede conocerse e interpretar las cosas que lo rodean. Jugando el niño aprende de la realidad y de la fantasía. Esto representa la invalorable posibilidad que tiene de discriminarse de su entorno, de los demás y de ir encontrando su lugar en el mundo.
Prioridad a las áreas expresivas
Trabajamos estimulando y habilitando las diferentes formas de expresión que tiene el niño para comunicar su mundo interior: a través de la plástica, el dibujo, la canción, la construcción, el baile o la simple expresión de su cuerpo, el niño se expresa e interactúa con su entorno. Las propuestas son pensada y adaptadas a cada nivel, teniendo en cuenta la edad y nivel madurativo de los niños.
Arroz con Leche busca ser un ambiente propulsor de diferentes actividades de expresión brindando los estímulos materiales necesarios para que los niños adquieran seguridad en sí mismos y creen libremente en un clima propicio y de respeto por sus tiempos y producciones.
Conocimiento de sí mismo y autonomía
Nos proponemos que los niños adquieran el conocimiento vivencial de su cuerpo y del medio a través de los sentidos, respetando y cuidando su propio cuerpo y el de los demás y hábitos de organización y convivencia grupal por medio de actitudes de cooperación, solidaridad, confianza en sí mismos.
Potenciar sus ganas de conocer
Estimulamos adaptación y permanencia de los niños en el Jardín reconociendo sus intereses como vía para el aprendizaje y para apropiarse de su mundo, habilitando por sobre todas las cosas su “ser niño”.
La afectividad como parte del aprendizaje
El niño aprende en la medida que interactúa con su medio físico y social, por ello como educadores nuestro rol es ser propiciadores y guías en esta dinámica de comunicación e interacción, motivándolos en sus ganas de conocer y descubrir. Trabajamos con la convicción de que la afectividad es una parte fundamental en el aprendizaje para lo cual es preciso un ambiente de confianza y protección que brinde seguridad y contención.
Valor insustituible del juego
A través del juego el niño disfruta y va aprendiendo a conocerse a sí mismo, adquiriendo una identidad social desde la cual puede conocerse e interpretar las cosas que lo rodean. Jugando el niño aprende de la realidad y de la fantasía. Esto representa la invalorable posibilidad que tiene de discriminarse de su entorno, de los demás y de ir encontrando su lugar en el mundo.